7 de Septiembre de 2013
Un año después de empezar en el equipo Zagros Triathlon, por fin afrontaba una prueba corriendo junto a otros zagrosianos.
Un año después de empezar en el equipo Zagros Triathlon, por fin afrontaba una prueba corriendo junto a otros zagrosianos.
Ninguno de los tris disputados hasta ahora los había
disputado con ellos y la única razón por la que me apunté a este de Guadalajara
fue eso, poder disfrutarlo junto a mi equipo.
Terminando la carrera a pie del medio ironman de Lisboa,
allá por el mes de Mayo, pocas eran las ganas de volver a apuntarme a un
sufrimiento como ese. Entre todos los mensajes de apoyo y felicitación al
terminarlo, recuerdo el del gran Mariano (justamente renombrado IronMariano
sobre todo por su enorme gesta en el ironman de Niza con un crono
espectacular). En ese mensaje me decía "ahora no querrás saber nada de
triathlones pero cuando pase una semana..." Y así fue! Tardé una semana,
pero volví a pensar en más pruebas. Y fue entonces cuando empezó a sonar
Guadalajara.
Aitor, como no, inscrito el primero. Le siguió Sergio. Y
todo apuntaba que sería la última gran prueba del año en la que correría parte
del equipo. Así que sin casi pensarlo, fui el tercero de la lista. Nacho,
Rober, David, Jorge... la lista iba creciendo, como creciendo también el miedo,
mientras no dejaban de resonar las palabras de nuestro Presi Angel: "Ojo
con ir a Guada sin entrenar!".
Con el verano de por medio, el riesgo de no poder seguir
entrenando y dejarlo todo para el final podía pasar factura en una prueba
exigente, con un perfil de subidas y bajadas tanto en bici como en la carrera
final. Por suerte llegamos al verano en plena forma así que sin poder sacar
muchas horas de entrenamiento, me preocupé en mantener la línea, y poder sacar
pocos pero efectivos entrenamientos que a la larga han supuesto un factor clave
para afrontar Guada con confianza.
Varios de esos entrenos por tierras valencianas, con buenos
puertos donde poner a prueba piernas, pulsaciones y cabeza, porque en esto del
Tri, el entrenamiento mental es clave para afrontar con éxito las
competiciones.
A la vuelta de vacaciones me sentía en forma. No en vano
había conseguido sacar la bici más veces que en la preparación de Lisboa. Y
sumado a toda la temporada, se tenía que notar. Quedaban tres semanas, y
teniendo en cuenta que la última es de mantenimiento y descarga, los 15 días
restantes había que aprovecharlos. La bici era mi principal preocupación. Es lo
que menos he hecho y preparado, y teniendo en cuenta las subidas que me
esperaban, quería sacar todo el tiempo posible para salir a rodar.
La semana anterior una ruta por la sierra y el domingo una
inspección sobre el propio recorrido de la prueba junto a mi compi Sergio. Un
buen madrugón que valió su peso en oro.
Comenzamos a las 9h de la mañana y
aunque empezamos a ritmo tranquilo, a Sergio se le notaba que iba a darlo todo.
En los puertos no había quien le siguiera y mis piernas no respondían como
quería. Me costaba coger el ritmo y me quedaba atrás. La cosa se ponía difícil.
Tras 100km de ruta (13 más que el recorrido por un despiste) llegamos a
Guadalajara en 3h46'. Demasiado tiempo si pensamos que al añadirle unos 40' de
nado y transición podríamos no superar el corte de las 4h30' para entrar en la
T2 y que nos impediría acabar el Tri. Habíamos hecho 13 kilometros más, sí.
Pero seguía siendo demasiado tiempo y cualquier percance podía dejarnos fuera.
La semana de la prueba hice un último entreno de agua.
Apenas había nadado pero mi confianza en esta disciplina es alta, teniendo en
cuenta que además es un 10% del total. Tras un calentamiento de 400m. cogí
ritmo de crucero y 1.900m después paré el crono en algo más de 32'. Ese era el
ritmo de carrera.
Respecto al running tampoco pude salir mucho, pero al menos
conseguí hacer una tirada larga de casi 15km dos semanas antes. Suficiente para
asegurar un mínimo de confianza y enfocarme en la parte mental. Esa parte de la
prueba la iba a hacer mas con la cabeza que con las piernas y teniendo claro
que en la bici iba a darlo todo, la carrera tenía que terminarla sí o sí,
aunque fuera arrastrándome.
El día amaneció nublado, casi mejor pues la salida a las
13'30h hubiera hecho que en día despejado se convirtiera en un infierno. Todo controlado y con tiempo y con calma,
tras dejar lo necesario en la T2 nos fuimos reuniendo en la T1.
Check-list:
bici Ok, geles OK, casco, OK, dorsal OK, neopreno OK, gafas OK, Trigirls OK. Perfecto!
Ya estamos listos!!!
A la señal, ira y fuego! Salimos según lo previsto y aunque
no habíamos apenas calentado, fui cogiendo ritmo y haciendome paso entre el
resto. Muchos manotazos, agua revuelta pero manteniendo la primera boya siempre
en linea.
Tras el primer giro surgen los apelotonamientos, dejo pasar
a uno por la izquierda, levanto la vista para ver donde esta la segunda boya y
cuando meto de nuevo la cabeza en el agua, zas! Patada directa en toda la cara
que me deja medio atontado. Me recupero y sigo con más rabia aún.
No quiero mirar la tercera boya mas de lo necesario. Quiero
mantener buen ritmo y olvidarme del crono y de los demás. Las sensaciones son
buenas, aún queda la mitad y con la última de Avicii en la cabeza enfilo la
recta final apretando los dientes para no bajar el rtimo.
La salida del agua no nos la ponen fácil, me agarro a una
mano amiga y consigo subir la cuesta. En la recta a la transición las Trigirls
animando y haciendo fotos. Saludo y veo que justo delante tengo a Jorge. Me
alegra porque sé que está fuerte y quiere decir que hemos hecho buen tiempo.
Según mi crono algo más de 33'. Bien.
Sin prisa pero sin pausa me voy equipando y salgo con la
bici.
Dispuesto a darlo todo y conociendo el recorrido, no quiero
ir de menos a más, quiero ir de más a más. Rapidamente voy cogiendo ritmo y
aunque noto molestias en los isquios, sigo tirando. Mi idea es apretar todo lo
posible en las rectas, apretar los dientes en las subidas y bajar como una bala
en las pendientes. De ahí mi miedo a la lluvia, si aparecía me haría ir más
despacio bajando. Por suerte no apareció, pero sí lo hizo otro con el que no
contábamos, el viento.
Llegada la primera subida mi orden zagrosiano de carrera me
ponía en segunda posición. Habiendo visto a Jorge delante mía, me hacía pensar
que salimos los primeros del agua y aunque la transición no fue especialmente
rápida, no pensaba que otro del equipo nos hubiera pasado.
Dándolo todo en la subida esperaba que de un momento a otro
cualquiera del resto del equipo me pasara. Mi sorpresa fue que llegando arriba
no había rastro de ellos. Primera bajada y apurando las curvas, e incluso
recuperando alguna posición a los que me habían adelantado subiendo.
Segundo puerto y nada, mantengo posiciones. Mi ritmo es
bueno incluso subiendo, donde no dejo de apretar los dientes (las agujetas en
la mandíbula me duraron varios días). Antes de empezar hice algo que no se debe
hacer. Mi sobrecarga en piernas en los entrenamientos creo que se debe a un mal
ajuste de la altura del sillín, y decido corregirlo justo antes de empezar. Por
suerte creo que funcionó y me hizo cargar menos los cuadriceps y mantener un
ritmo mejor en carrera.
En la parte alta del
recorrido el viento apretaba en contra, teniendo que utilizar el plato pequeño
incluso en llano.
Siguiente bajada y afronto una gran recta, acoplado y a un
ritmo muy bueno. Sensaciones perfectas y disfrutando del recorrido. Quedan
menos de 30km y tengo tiempo más que de sobra para llegar sin problemas de
corte a la T2. Sé que no podré mejorar el crono de Lisboa (2h55') pero no
estaré lejos y con un perfil tan duro, es un enorme éxito y una enorme
satisfacción personal.
A lo largo del recorrido el equipo ha estado animando. No
sabéis cómo se agradece cada ánimo. Es un empuje y una energía extra que nos
lleva a dar más aún de nosotros mismos.
Mención aparte esta vez los "bici-clowns".
Simplemente sensacional!!! Alma berraka y zagrosiana. Un tandem ideal!
Entro en T2 con un tiempo de 3h15'. Aún no me lo creo. He
superado expectativas y todo gracias a una cosa: creer que era posible. En el
entrenamiento mental dos personas clave que me llevan al límite y a creer en
retos más ambiciosos. Gracias Nadia. Gracias Sonsoles. Apoyos, ánimos, acompañamientos
y muchos retos superados y por superar.
Ya sólo quedaba la carrera. Cuatro vueltas de 5km. Pan
comido! El recorrido duro. La primera vuelta no consigo coger ritmo, me paro,
sigo, me paro... Finalmente encuentro mi paso y trato de ponerme metas
pequeñas. "En poco llego a la mitad. Esto está hecho". Ánimos de todo
el mundo y aunque cansado, llevo un buen paso y sigo descontando kilómetros,
cuestas y curvas.
La entrada final en el estadio pone los pelos de punta. En
la meta me esperan todos. No puedo evitar dar un grito de alegría y cruzar la
meta dando un salto enorme.
Resultado final 5h39'. Por fin un triathlón con mi equipo y
disfrutado de verdad. Feliz. Muy feliz!